Para tener un jardín o espacio verde siempre en un estado óptimo y que nunca suponga una molestia para poder disfrutarlo, es imprescindible que las actuaciones se realicen en el momento adecuado.
Es por ello que para el mantenimiento y conservación de las zonas ajardinadas se requiere de una dedicación exhaustiva y muy profesional.
Se puede elegir entre un mantenimiento selectivo, donde se realizaran solo algunos de los trabajos de mantenimiento que el cliente no puede acometer como, por ejemplo, podas concretas, segar el césped, o aquellos trabajos donde sea necesario una maquinaria o experiencia especializada, o un mantenimiento integral.
En este último se incluye todo lo que un jardín o zona verde pueda necesitar:
Con frecuencia, en jardinería, se utiliza la poda para conseguir formas artificiales en los árboles o arbustos. Bien ejecutada y repetida con la periodicidad adecuada puede aumentar el valor ornamental de los mismos. Sin embargo con frecuencia se practica de forma inadecuada (mutilaciones como el desmoche), ocasionando pudriciones de la madera que acortan la vida de los árboles e incrementan el riesgo de rotura de ramas. Por otra parte, una tala demasiado radical del árbol a menudo compromete su supervivencia.
Cada árbol exige un tipo de poda diferente. Como norma general las podas más importantes son:
Las podas de ramas viejas y secas se realizan para prevenir que exista una excesiva cantidad de madera seca que permita una gran combustión en caso de incendio. Son podas de limpieza.